Señales de tener mala circulación
- R Itape
- 17 jul 2017
- 3 Min. de lectura
La mala circulación puede traer muchas consecuencias negativas a la salud. Por eso debemos prestar atención a las señales que nos ofrece el cuerpo para tratar el problema lo antes posible.
¿Cómo saber si sufrimos mala circulación?

El cuerpo debe trabajar a diario para distribuir la sangre a través de las venas y las arterias. De esta manera los órganos funcionan como corresponde, se reparten los nutrientes y las hormonas y se regula el pH.
Cuando hay mala circulación ciertas partes del organismo no reciben plasma sanguíneo como corresponde.
Algunos hábitos como fumar o ser sedentario y ciertas condiciones como el embarazo o el sobrepeso aumentan las posibilidades de padecer este problema.
Los principales signos visibles de mala circulación son:
Frío en las extremidades
Como la sangre no llega a los pies y las manos estos pierden temperatura. Por eso están fríos tanto en invierno como en verano.
Manchas en la piel
Los cambios de color y las manchas en las extremidades también son otra señal de mala circulación. También se debe a que la sangre no fluye como corresponde.
Presta atención a las manchas rojas o moradas en los pies o en las pantorrillas.
La piel decolorada es signo de que la sangre y el oxígeno no está pasando adecuadamente por las venas. Este síntoma se conoce con el nombre de “cianosis”. Los dedos toman un aspecto magullado o azulado.
Hinchazón
Una circulación sanguínea deficiente interfiere en los riñones y trae como consecuencia inflamación en ciertas partes del cuerpo. Si notas las manos o los pies hinchados es porque el sistema circulatorio está intentando reducir el fluido y, en el proceso, provoca edemas.
Hormigueo y picor
El entumecimiento de las extremidades también es otro signo que no podemos dejar de lado.
Esto sucede cuando los depósitos de grasa bloquean el flujo sanguíneo de las arterias. El adormecimiento es sinónimo de poca sangre en la zona.
Pérdida de cabello y uñas débiles
Si bien pueden ser síntoma de otros problemas, como el estrés o la mala alimentación, también pueden deberse a la mala circulación. En este caso el pelo estará seco y se caerá por sectores y las uñas se quebrarán fácilmente, o no crecerán, ya que el cuerpo no recibe la cantidad adecuada de nutrientes en el cuero cabelludo ni en manos o pies.
Digestión lenta
Si tras varias horas después de comer (aunque no hayan sido cenas o almuerzos copiosos) sentimos pesadez estomacal puede deberse también a la mala circulación. Lo mismo si padeces acidez, estreñimiento y gases con frecuencia. Presta atención a las evacuaciones, si son menos frecuentes, porque puede ser que la sangre no esté bombeando como corresponde a los intestinos.
Lenta cicatrización de las heridas
Cuando hay mala circulación los glóbulos blancos no son transportados a la velocidad correcta y, por ende, no pueden hacer bien su trabajo (entre otros, curar heridas, cortes o incisiones).
Infecciones y resfriados
Si el flujo sanguíneo es más lento el organismo no detecta ni combate los patógenos con eficiencia. Es más común contraer enfermedades virales o bacterianas. Los anticuerpo están más “lentos” y no nos protegen como deberían.
Falta de apetito
El estómago envía señales de hambre al cerebro, el cual recibe una cantidad adecuada de sangre. Si durante el día sientes menos deseos de comer o no tienes “antojos” por ninguna comida quizás se deba a que los órganos digestivos no pueden mandar el mensaje de apetito a su receptor. Esto conduce en muchos casos a la pérdida de peso.
Mala función cognitiva
Cuando el cerebro no recibe la sangre que necesita las neuronas funcionan más lentamente. Quizás experimentes problemas de concentración, memoria o focalización en tus tareas cotidianas.
Fuente:
planoinformativo.com/